¡Viene, viene! ¡viene, viene! La ley de franeleros para el D. F.
Lo cierto es que estos entes funcionan como la mafia de los 20's, (los años, no los centavos) ya que se apropian de las calles, dadme una cubeta y tomaré el mundo y al llegar a estacionarte te ofrecen protección, ¿protección de quién? pues de ellos mismos. Si se te ocurre discutir porque te pusieron límite de tiempo "¿se va a tardar joven?" tarifa; "son treinta" ó presión; "son por adelantado joven" y alegas que no vas a pagar y, le dices con firmeza que: si al salir está el carro cuidado le darás una propina, el tipo te hace jetas y tú te vas dejando tu patrimonio (es tuyo aunque debas letras) a la buena de dios… Al salir, pues a ver si no te lo rayaron y ahora ¡encuéntralos! Ó lo peor, ahí están en manada de a 10 y retándote.
Bueno parte de lo que propone este proyecto de ley es corregir esos problemas, es decir; no van a quitar la yerba mala pero la van a podar y ponerle moñitos (mejor series navideñas), van a censarlos, uniformarlos y regularlos. Ya no podrán apartar lugares, ya no pedirán tarifa; su chalequito tendrá la leyenda "lo que guste cooperar" y ya no pedirán por adelantado la propina. No suena del todo mal la onda, acá la cosa es que en esta ciudad (que de vanguardia dice Ebrard) la ilegalidad se premia:
Mete un taxi pirata y al rato te dan las placas, cae de paracaidista en un terreno y al rato te dan escrituras, pon tu casa en el lecho de un río y cuando se te caiga la casa; te pago los muebles y te doy otra casita (aunque sea GEO), desacata la orden de un juez y cuándo te vayan a desaforar te paga la fianza el P.A.N. No pagues la tenencia, el agua o predial; al rato sacan descuentos para rezagados, hazte viene-viene… Al rato te dan chaleco, tu pedazo de calle y tu licencia para infringir.
O tú, ¿cómo ves? Te espero en twitter @acuetara y aquí agradezco tu opinión
"La ilegalidad se premia" Creo que eso lo resume todo (o nos la re-sume a todos, que es "pior")
ResponderEliminar“El cuento de nunca acabar”. Lástima que solamente esta frase sea el “lugar común”, y que, desgraciadamente, nuestra Ciudad de México no sea precisamente “un lugar común(itario)”. La mentalidad caciquil va más allá de una “(in)cierta conciencia de clase”: es una estructura de carácter, un estilo de vida, una prerrogativa personal: mi esposa, mis hijos, mi territorio, mi tiempo, mis plazos; y, claro, “Dios los crea y ellos se juntan”... En fin, creo que todo podría resumirse en el coloquialismo “aquí mando yo”; ya sea que se trate de un espacio variable y éfímero de 3x4 en la vía pública, o de un rancho de muchas hectáreas; ya se trate de una sola persona sometida a nuestros caprichos, o de grandes masas humanas siguiendo “el canto de las sirenas”... Gracias por darnos un motivo para la reflexión. Saludos desde Coacalco, México.
ResponderEliminarEstan aplicando el "si no puedes contra el enemigo úneteles?? jaja. total estado de confort por llamarle lindamente a un valemadrismo ... Es motivo de reflexión, prefiero no unirme en la cadena viene viene...
ResponderEliminarSaludos