Amigos, cuando vemos tantos desatinos de la autoridad – de todos los niveles- considero que ustedes al igual que este servidor nos llenamos de un sentimiento de impotencia al no tener a alguien de veras que nos escuche y tengamos la sensación de que eso que nos preocupa, molesta y a veces indigna tendría una esperanza, remota tal vez, de ser solucionada o atendida pronto.
Ya son otros tiempos y esos discursos de buena voluntad y buenos deseos de los líderes de partidos políticos, diputados, secretarios, directores de área y tantos puestos burocráticos no nos satisfacen en lo más mínimo. Hay un desgaste de los funcionarios y bien ganado se lo tienen.
Los políticos salen al paso de las críticas diciendo que “son tiempos electorales” o “es una estrategia de otros partidos para desprestigiarnos” o “es gente pagada por x partido” o “se malinterpretaron mis declaraciones” o el famosísimo “es un complot”. El caso es que no aceptan sus desaciertos y para todo tienen una justificación, cuanta pulcritud profesional. No recuerdo muchas declaraciones de políticos aceptando algún error o una mala decisión y menos aún enmendando donde ya se habían equivocado; de eso nunca nos enteramos.
No tendría más valor el aceptar errores cuando los haya y enmendar el camino ¿? , no tendría más valor el recibir sugerencias –de veras – de la gente a quien se deben o bien porque votó por ellos o porque simplemente del esfuerzo de los ciudadanos que pagamos impuestos tienen su medio de vida ¿?
Me queda claro que no se puede, desde el gobierno, dar gusto a todo el mundo. Somos una sociedad muy compleja y muy diversa. Pero si podemos ver por el bienestar de las mayorías y eso que suena de absoluto sentido común, es lo que precisamente no ven casi todos los que desde posiciones y cargos públicos operan. Me atrevo a afirmarlo así por tantos y tantos ejemplos de injusticias generadas por preferencias de grupo, por decisiones políticamente convenientes.
Y de que decisiones estamos hablando ¿? Miles ¡¡ que tienen su hilo conductor en un resultado que aún tiene a millones de mexicanos en niveles de pobreza intelectual, de infraestructura, de vivienda, alimentaria, de salud y cultural aún en pleno siglo 21, donde el mundo ya es tan pequeño.
Quién habla de veras en nombre de ellos ¿? Los diputados y senadores ¿? Los delegados de secretarías de estado ¿? Sus presidentes municipales ¿? Los agentes del ministerio publico ¿?
Por favor ¡¡ eso no es cierto, la mayoría de la gente humilde vive en un estado de indefensión absoluta. Y mientras eso no cambie, nuestro querido México seguirá siendo un país que promete,promete ser grande, pero no cumple.
Procuremos la lectura dentro de los que nos rodean, seamos proactivos. Una sociedad más culta es una sociedad más fuerte.
A tus ordenes en Twitter @Cordobes_01 por ahí nos leemos.
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