Renuncia Calderón

Así, con ese título empiezo este post. Sí, lo hice con esa intención para levantar el morbo de ustedes, mis apenas tres lectores. Sí, estoy consciente de lo que estoy haciendo y espero que con ésto, se ejemplifique lo que en las Redes sociales y los medios tradicionales hacen para llamar la atención.

Este “grito” de las redes sociales, convertido en un HT (una referencia) para poder seguir los reclamos que en un inicio, podían tener validez; Un reclamo para quienes consideran un mal gobierno del presidente en turno. Ahora hasta lo utilizamos para echarle la culpa y pedir la renuncia del presidente cuando pierde nuestro equipo favorito.

Las Redes sociales han reflejado su poder en otros países. El caso concreto y más sonado,fue Egipto. Unos llamaron este evento social como la “Revolución de Facebook” y pudieron comprobar el impacto real que puede tener este tipo de medios de comunicación alternos.

¿Habrán imaginado sus creadores la magnitud de su extraordinaria idea?. Creo que ellos aún se sorprenden por esto. Muchos han querido llevar el ejemplo de Egipto a México, con el lamentable y pobre análisis que los contextos y las circunstancias son totalmente diferentes. Lo sucedido en Egipto, no es creado de la noche a la mañana. Son treinta años de un presidente que hizo políticas autoritarias,
opresoras y de mal gobierno hacia un País que al menos, tenía a una población unida y con un objetivo en común: acabar con esa práctica. Asi de simple, sencillo y redundante. Si además lo combinamos que quienes participaron día y noche en las protestas fueron jóvenes quienes son una población significativa en ese lejano país. Una combinación explosiva que arroja los resultados que hoy conocemos.

¿Qué pasa en México? ¿Qué nos falta para poder llegar al nivel de convocatoria como lo logró Egipto? Considero que mucho y parte de ello tiene que ver mucho con nosotros. Somos una sociedad por naturaleza, desunida (solo hacemos lo contrario en las desgracias y aún así algunos sacan provecho), sin una idea o fin común, polarizados, contrarios en ideas y carente de propuestas y argumentos. Señalamos sin pruebas y convertimos mitos en realidades y rumores en verdades a medias o mentiras verdaderas. Somos un país mal educado en todos los aspectos y buscamos el mínimo pretexto para atacar sin fundamentos. No nos gusta la crítica y menos practicamos la autocrítica. Pero somos muy rápidos para ver las experiencias ajenas como una luz
al final del túnel de la mediocridad y conformismo que muchos tenemos cargando en nuestras espaldas.

No tenemos un régimen autoritario, menos un presidente que lo sea actualmente. Que fácil olvidamos que cuando esto existía, por 1968, hubo una manifestación exigiendo con argumentos,pruebas y hechos, la renuncia de un presidente y de un régimen. La forma de resolverlo fue con la violencia hacia aquellos jóvenes que tratarón de luchar hasta que las balas los callaron impunemente. Ahí no había redes sociales, y ni los medios tradicionales apoyaban esto, por la censura y la mano dura del gobierno en turno. Lamentablemente muchos de ellos, ahora pertenecen a la clase política del País, y nos dieron una nota de que “todos tenemos un precio”.

En 1968 sí existían las condiciones y los contextos para pedir la destitución del presidente. Ahí sí existía validez en el reclamo de quienes pensaban en una libertad de expresión y compartir ideas.

Creo que insultamos la memoria de aquellos que murieron para construir los caminos de libertad de expresión con tonterías de hacer de Egipto nuestro movimiento.

Y aún más insultamos la memoria de todos los luchadores sociales actuales, quienes caminando, arriesgando su vida, estando en contacto con la gente de una manera franca, directa, sin aspiraciones políticas o beneficios económicos, menospreciamos su trabajo arduo con nuestra nueva forma de manifestarnos desde la comodidad de la silla y la rapidez de cómo escribimos.

¡Que fácil es pedir la renuncia de un presidente en menos de 140 caracteres!

Debemos de plantear siempre lo que queremos. Ya estamos cansados de gobernantes y diputados que practican el show mediático con el fin de resultar beneficiados con llamar la atención de una manera negativa. Dejemos de ser acarreados mentales, intelectuales desechables, sentirnos líderes de opinión 24/7. Seamos autocríticos de nuestras fallas para poder crecer algún día.

Sé que el hartazgo social es cada día más grande, por las problemáticas de nuestra vida cotidiana. Pero seamos justos en exigir lo que queremos. No es convocar a una marcha el día de mañana,sabiendo que ni tus cuates en la vida real te acompañarían. Los problemas de un pais no se resuelven al día siguiente que renuncie un presidente o se derroque a un sistema. Todo tiene un proceso de inicialización desarrollo y punto máximo de aceptación de una idea, hasta que llegue otra y la desplace.

El problema de un país no puede recaer solo en una persona. Nosotros somos culpables de endosarle nuestros problemas a quienes en teoría le pagamos para gobernar. Yo mejor convoco a que tiremos propuestas haciendo una lluvia de ideas y entendamos que es lo que queremos en el corto, mediano y largo plazo como seres humanos y ciudadanos, aunado al intercambio de ideas y de posiciones.

Sí, #RenunciaCalderon pero renuncia a ver, en lo que nos hemos convertido: Unos. No soy dueño de la verdad, sin embargo; responsabilidad con ustedes. Encontremos las formas para alzar nuestra voz y que sea escuchada en el margen del respeto y credibilidad. De caso contrario, sólo pasará al anecdotario de nuestro ridículo.